No solo lo medible es lo existente,
las percepciones basadas en la buena fe
no tienen porque no tener el peso
que lo racionalizado sí tiene…
por ejemplo,
es posible ver la bondad que una persona tuvo en vida,
a partir de la cantidad de gente y lagrimas
que ellos derraman en su velorio,
aunque estas no puedan unirse y ser cuantificadas…