"Caminaba por la calle y sorprendentemente,
bocinazos empezaron a ensordecer el ambiente.
Un accidente –pensé-,
pero no…
estas bocinas eran demostraciones claras de alegría.
Poleras rojas, banderas de la parte de Chile que me atrae y esos martillos amarillos que dan un sentido amigable al magro pasar que nos envuelve.
Seguí caminando para ver si se aclaraba un poco la interrogante sobre lo que ocurría,
pero lo único que pude apreciar
era gente saltando, brindando y riendo,
cada vez en mayor número y cada vez más extasiados.
Minuto a minuto me sentia más intrigado por lo acaecido;
Minuto a minuto me sentia más intrigado por lo acaecido;
me acerque a la ronda que se formaba
en la Alameda-de-hombres-libres
para preguntar,
mas no fue necesario que terminara la pregunta.
La respuesta fue un reflejo
que ilumino mis ojos,
anudo mi garganta
y cambio mi vida…
solo me quedaba llamar a los que quiero y
disfrutar del momento más feliz que nos han regalo hace mucho tiempo,
salte como nunca antes lo hice,
llore como cuando "no encontré" a mis familiares,
grite como cuando supe que no tendría a quien dejar un flor en el cementerio…
pero esta vez, fue todo, TODO, por alegría y jubilo, lagrimas de alegria, sí, de alegria...
cuesta entenderlo, pero lo fue...
Una vez recostado en mi casa,
Una vez recostado en mi casa,
despues de haber superado la odisea que resulto tomar la micro,
me di cuenta que la muerte solo se hace presente cuando la persona es olvidada,
quizas, claro esta, al dicho fiambre se le haya detenido el corazon,
pero permanecera vivo en todo un grupo que lo sufrio...
hasta cierto punto me duele saber que
el ataque al corazon (¿tenia realmente?)
fue mas rapido que la condena,
mas es el premio de consuelo del eterno asco con el que impregnaba su paso...
espero que esta sea la primera y ultima vez que ocurra...
justicia por favor!!"
